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sábado, 4 de abril de 2009

Ha muerto Alfonsín, vive Alfonsín *

Por Víctor Hugo Maldonado *

“Siempre sostuve que llega más lejos la acción concertada de todo un pueblo que el acto solitario de cualquier gobernante por más genial que parezca, Esa es la superioridad de la democracia sobre el autoritarismo”, (Raúl Alfonsín, Discurso de Apertura en el Congreso de la Nación, 1983).
Ahora que se acallan las voces de todos los sectores del Pueblo Argentino luego del histórico funeral de un gran estadista y demócrata, me permito rendirle mi pequeño y sentido homenaje a quien fuera un faro en cuanto la formación política de millones de jóvenes. La muerte de Alfonsín para aquellos de mi generación, es la muerte de nuestra juventud.
El deceso de nuestros grandes políticos, Perón, Irigoyen, etc., dejan siempre un mensaje, como diría Ricardo Balbín. Alfonsín demostró en vida y reafirmó con su muerte que apostaba al diálogo, lo demuestran las imágenes de esa multitud emocionada, rindiendo honores en silencio, apostando a los mismos valores y principios del “padre de la democracia y maestro de ciudadanos”, demostrando que los argentinos quieren creer en los políticos, a pesar de sus errores.

La gente quiere apostar al diálogo, a la convivencia en paz, a la tolerancia, a las instituciones y no a la violencia y al autoritarismo. Los argentinos desean fortalecer el sistema democrático por medio del respeto mutuo, de los consensos, de las convergencias.

Alfonsín forma parte de aquellos que soñaron y lucharon por la libertad, la igualdad, la justicia, la inclusión. Fue vital en la construcción de un país con equilibrio, con libertad.

A través de diversas lecturas, apelando a la historia y realizando un silogismo, podemos recordar como una multitud se congregaba en Buenos Aires, en la calle Brasil, frente al humilde y austero departamento de Hipólito Irigoyen para velar por su salud y tener novedades a propósito de su enfermedad, hasta que salió Marcelo Torcuato de Alvear anunciando que el líder político había muerto, utilizando estas palabras “ha muerto Hipólito Irigoyen, vive Irigoyen”.

Fuimos testigos de cómo cientos de ciudadanos se agolpaban en la Avenida Santa Fe con la misma actitud, se que cuando conocimos la noticia de la muerte de Raúl, en el consciente de cada una de nuestras almas vibro eso de que “ha muerto Alfonsín, vive Alfonsín”.

Y si queremos concretar ese homenaje hacia su persona, trabajemos para lograr el sueño. Cuando encontremos un niño con necesidades, sabremos decir, Alfonsín está vivo, y tendámosle una mano.

Mañana por la mañana, cuando luchemos por el federalismo en nuestro país, podremos decir “Vive Alfonsín”.

Mañana por la mañana, cuando encontremos padres que luchen por la inclusión de sus hijos, a través de la educación, y todos trabajemos para que esto sea posible, estaremos diciendo “vive Alfonsín”.

Mañana por la mañana, cuando luchemos contra flagelos, como el del dengue, y rompamos con la improvisación y la falta de políticas sanitarias, estaremos diciendo “vive Alfonsín”, porque estaremos procurando dar una mejor calidad de vida a nuestros semejantes.

Mañana por la mañana, cuando luchemos contra los grandes poderes centralizados para poder defender a nuestros coprovincianos y alejarlos del oprobio y la marginación, estaremos diciendo “vive Alfonsín”.

Si seguimos convencidos de que tiene sentido la utopía de luchar por la libertad, la justicia, la distribución equitativa, estaremos diciendo “vive Alfonsín”

De esta manera podremos homenajear a uno de los padres de la democracia, Don Raúl Ricardo Alfonsín y continuar con su obra, por la causa, ese es el mejor homenaje que podemos hacerle, el Viva la Patria, Viva la Democracia y Viva Alfonsín tienen el sentido de pensar que podremos lograr aquello que planteó en el Preámbulo de la Constitución Nacional.

“Nos, los representantes del Pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.

Viva la Patria, Viva la Democracia, Viva Raúl Alfonsín.

* Diputado Provincial - Vice Presidente Primero de la Legislatura Chaqueña
* FUENTE: DataChaco.com - 04/04/2009