Por el Dr. Marcial J. Mántaras - Formosa *
Uno de los elementos que mejor maneja el neoliberalismo, para volver al poder y llevarse lo que queda, es la confusión. A través de los medios de comunicación se quiere confundir al pueblo peronista de que lo que vale son los intereses y no existen más las doctrinas a seguir. Cuando uno ha leído un poco, quizás no lo suficiente, de las bases del justicialismo, no encuentra que se ciñan aquellos que viven de sus cargos elegidos por el pueblo bajo el justicialismo, a la doctrina justicialista. Por eso cuando uno lee las 20 verdades del justicialismo ve la confusión, esa confusión que está llevando al desmembramiento de un movimiento que cambió para bien el destino del país.
Uno de los elementos que mejor maneja el neoliberalismo, para volver al poder y llevarse lo que queda, es la confusión. A través de los medios de comunicación se quiere confundir al pueblo peronista de que lo que vale son los intereses y no existen más las doctrinas a seguir. Cuando uno ha leído un poco, quizás no lo suficiente, de las bases del justicialismo, no encuentra que se ciñan aquellos que viven de sus cargos elegidos por el pueblo bajo el justicialismo, a la doctrina justicialista. Por eso cuando uno lee las 20 verdades del justicialismo ve la confusión, esa confusión que está llevando al desmembramiento de un movimiento que cambió para bien el destino del país.
Habrán hecho una ópera Evita mostrándola como una prostituta, una ópera nacida en el exterior, en dominios neoliberales, pero luego el mundo la reconoce como una de las mujeres más brillantes del siglo XX. Por eso cuando uno ve que se personalizan las posturas dentro del justicialismo vemos que se da de bruces con esas verdades que dejó el Líder del movimiento. Esta dice: “El peronista trabaja para el movimiento. El que en su nombre sirve a un círculo o a un caudillo, lo es solo de nombre”. ¿Poner ejemplos?, sería atentar contra la inteligencia del lector. El principio es claro. Pero existe otra verdad que dice: “Ningún peronista debe sentirse más de lo que es y menos de lo que debe ser. Cuando el peronista comienza a sentirse más de lo que es, empieza a convertirse en oligarca”. Por eso, cuando uno ve acciones esquivas, ambiciosas, personalistas, ve que esas actitudes no conciertan con otra verdad”. La política no es para nosotros un fin, sino un medio para el bien de la Patria, que es la felicidad de sus hijos y la grandeza nacional”. Por eso, estos personalistas no deben olvidar que “Los dos brazos del peronismo son la Justicia Social y la Acción Social”. Por eso, creo, que no debemos apartarnos de la doctrina, porque nos enseñaba quien sabía más que nosotros que “un gobierno sin doctrina es un cuerpo sin alma. Por eso el peronismo tiene una doctrina política, económica y social: el justicalismo”. Y en esas verdades nos explica, lo que muchos no están entendiendo, por ver más el interés personal o de un sector que la felicidad de toda la comunidad. “El justicialismo es una nueva filosofía de vida, simple, práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente humanista”. Y después, en forma genérica nos explica: “Como doctrina política, el justicialismo realiza el equilibrio del derecho del individuo con el de la comunidad”; “Como doctrina económica, el justicialismo realiza la economía social, poniendo el capital al servicio de la economía, y ésta al servicio del bienestar social”. Es evidente que los de la década del 90 perdieron esta verdad, o como han dejado demostrado, de peronistas no tenían nada; “Como doctrina social, el justicialismo realiza la Justicia Social, que da a cada persona su derecho en función social”; “Queremos una Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana”. Con la deuda externa que dejaron algunos traidores a la patria, denunciados por Olmos e interpretados por el juez Ballesteros en esa emblemática causa, se hizo todo lo contrario, en contra de la felicidad del pueblo.. Era tan sabio que expresó: “En la nueva Argentina el trabajo es un derecho, y un deber, porque es justo que cada uno produzca, por lo menos lo que consume”. En el otorgamiento de los planes sociales no se ha tenido en cuenta sus consejos, como el que está en su discurso del 1° de mayo de 1947. Allí explica que por cada derecho debe haber un deber, una contraprestación. Sin embargo, por razones que ignoro se han apartado de esas enseñanzas y se dan planes “descansar” en vez de exigir esa contraprestación, relacionadas con el monto. El neoliberalismo está en crisis. Es la oportunidad de recuperar el terreno que a través de mentiras se han llevado. En Río de Janeiro, con la presencia de cinco presidentes latinoamericanos, incluido Lula, pero sin la presencia de Cristina, se quiere globalizar la esperanza, esa esperanza de cambio de sistema por un sistema social que haga una mejor distribución de la riqueza y disminuya y hasta elimine la pobreza. Muchos dicen que “otro mundo es posible”, pero cuando se ve que se cambian el overol por trajes Armani y autos BMW o Mercedes Benz, me entra la gran duda. ¿Se habrán olvidado de las 20 verdades peronistas, o solamente usan el Movimiento para satisfacer intereses personales o sectoriales? Con el devenir de estas últimas acciones políticas vemos que la palabra justicialismo o peronismo, se usa cada vez menos, tratándose de suplantar este último nombre por otros apellidos que desgraciadamente no podrían ser ni lustrabotas de Perón. Hay que volver a las fuentes, el pueblo lo necesita, ese que vota con esperanza y vive con desazón.
Es mi humilde opinión…
*FUENTE: Diario La Mañana (Formosa) – 27/02/2009
Es mi humilde opinión…
*FUENTE: Diario La Mañana (Formosa) – 27/02/2009